Por sobre todas las cosas cuida tu corazón, porque de él mana la vida. Proverbios 4:23
Oh, hijo mío, dame tu corazón. Proverbios 23:26
Este es uno de mis versículos preferidos. Lo memoricé cuando era niña.
Aprendí que Dios era nuestro alfarero y que él nos desea moldear a su imagen.
El toque de nuestro maestro nos podía transformar y cambiar nuestros corazones para que seamos santificados. Durante este tiempo de ayuno y oración, comencemos a entregar nuestro corazón y nuestros pensamientos. Al hacerlo así, le estamos dando permiso a Dios que nos muestre áreas ocultas en nuestro corazón que tenemos que entregarle.
También podemos pedir perdón por áreas que debemos de cambiar, personas que tenemos que perdonar y pensamientos que tenemos que reemplazar.
Oración: Pídale a Dios que te ayude a escuchar su voz y responder a su llamado. Qué le muestra lo que hay en lo más profundo de su corazón que tiene que ser purificado. Pídale que te ayude a rendirse a su perfecto de amor.
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